Exposición
El Museo Mucha es el único museo del mundo dedicado exclusivamente a la vida y obra del famoso represenante de modernismo o Art Nouveau, Alfons Mucha (1860-1939). La galería abrió sus puertas al público por primera vez en Praga el 13 de febrero de 1998. En septiembre de 2024, la exposición se completó con una nueva colección. El Museo Mucha expone ahora obras clave del la famosa colección de creaciones de Mucha de Ivan Lendl, cuidadosamente seleccionadas por Jack Rennert. La colección de Ivan Lendl pertenece en la actualidad a Portu Gallery Investments, una empresa miembro de WOOD&CO.
En la exposición se pueden ver carteles de su periodo parisino y una serie de encargos comerciales de empresas como Moët & Chandon, Job Cigarettes y Lefèvre-Utile Biscuits, entre otras.
El museo está dividido en cinco secciones principales:
- Paneles decorativos, carteles parisinos, anuncios, carteles checos y objetos de interés
- La exposición concluye con un impresionante documental sobre la vida y obra de Alfons Mucha.
- La galería posee los carteles más importantes y populares del artista.
Sección 1. Paneles decorativos
Alfons Mucha fue el máximo exponente del estilo del modernismo (denominado en Francia Art Nouveau), que se basaba en la creación de un esquema decorativo que permitiera la repetición de patrones estilísticos. La obra de Mucha partía de una imagen que se prestaba a repetirse en ciclos, basada en temas tradicionales, por lo general inspirados en el mundo real. Por este motivo, Mucha llamó a su primer grupo de paneles decorativos en 1896 Las cuatro estaciones. Siguió con este esquema en un gran número de paneles que tuvieron mucho éxito y que respetaban la variación de diseño en dos mitades o cuatro partes sobre el mismo tema, como Las horas del día (1899) o Piedras preciosas (1900), que creó durante el periodo en que su estilo ya estaba completamente desarrollado. La estilizada combinación de la naturaleza y la belleza de las mujeres era una expresión de su visión de la vida, llena de alegría, y que el público de la época apreciaba tanto. Desde el punto de vista artístico, el ciclo de Las cuatro artes (1898) puede considerarse el más profundo de todos ellos, ya que se realizó utilizando distintas técnicas y se distinguía especialmente por la calidad poética de los diseños de Mucha. La última obra de estos paneles de Mucha es la serie de La luna y las estrellas (1902). Aquí las figuras son más dramáticas que sensuales, comparadas con otros ciclos.
El ciclo de Las cuatro artes
En este ciclo en el rinde homenaje a las cuatro artes, Mucha evitó deliberadamente el uso de atributos tradicionales, como las plumas, los instrumentos musicales y demás parafernalia típica del artista. En su lugar, situó cada arte en un fondo relacionado con un momento del día: la mañana para la Danza, el mediodía pra la Pintura, la tarde para la Poesía y la noche para la Música.
Danza del ciclo de Las cuatro artes (1898)
© Mucha Museum
Las horas del día
Cuatro figuras femeninas simbolizan los momentos del día, cada una situada en un entorno natural y enmarcada con un diseño ornamentado que evoca una ventana gótica.
Despertar matutino de Las horas del día (1899)
© Mucha Museum
Las cuatro estaciones
La serie mencionada anteriormente de paneles decorativos, Las cuatro estaciones, no era ninguna novedad. El impresor Champenois ya lo había producido anteriormente con otros artistas, pero Mucha dotó al tema de tanta vida, que se convirtió en uno de los grupos de paneles decorativos más vendidos.
Verano de Las cuatro estaciones (1896)
© Mucha Museum
Sección 2. Carteles parisinos
Los carteles que creó en París en la década de los años 90 del siglo XIX son la parte de la obra más conocida y famosa de Mucha. A través de ellos pudo promocionar su propia versión del nuevo estilo decorativo. El grupo principal consiste en carteles de Sarah Bernhardt, que fue una famosa actriz parisina. El primero de ellos, creado entre 1894 y 1895, muestra a Bernhardt como protagonista de Gismonda. Los diseños que han sobrevivido y las pruebas de impresión de este cartel demuestran, a través de su estilo y su concepción cromática, la intensa búsqueda de Mucha por una nueva imagen para los carteles, a pesar del poco tiempo del que dispuso para completar el encargo Su revolución artística dotó de cierta elegancia nueva al hasta entonces arte urbano, impregnándolo de una gran profusión de colores, lo que supuso un impulso para la recién descubierta importancia del cartel para el arte moderno. Sin embargo, los carteles de Bernhardt también incluyen tonos dramáticos en Medea (1898), y también la representó en papeles masculinos, por ejemplo, en la obra Lorenzaccio (1896) y Hamlet (1899). También se exhiben dos variantes de La dama de las camelias, una obra muy popular sobre el sacrificio en nombre del amor. El último cartel de París es un retrato de Cristo para la obra Pasión (1904). Todas estas obras representan la extraordinaria ingenuidad que reflejaban las ilustraciones de Mucha y unos trazos visualmente muy efectivos.
Gismonda
Este es el cartel que llevó a Mucha a la fama. La historia sobre su creación es ya legendaria, y son muchos los observadores escépticos que insisten en debatir sobre los detalles precisos. No cabe duda de que Mucha interpretó las circunstancias que lo llevaron a crear el cartel como un designio del destino.
Los hechos tuvieron lugar durante la Navidad de 1984. Mucha le estaba haciendo un favor a un amigo, corrigiendo pruebas de obras impresas en Lemercier, cuando Sarah Bernhardt llamó al impresor con un encargo urgente para crear un cartel para Gismonda. Todos los artistas que trabajaban habitualmente para Lemercier estaban de vacaciones, así que se lo pidió a Mucha. Cuando "la divina Sarah" hacía un encargo así, no se podía rechazar. El cartel que produjo Mucha era revolucionario en su género. Esa forma alargada y estrecha, los suaves tonos pastel y la quietud de la figura, representada a tamaño casi real, generaban una sorprendente sensación de dignidad y gravedad que resultaba impactante. El cartel se hizo tan popular entre el público parisino que algunos coleccionistas sobornaron a los encargados de pegar el cartel para conseguirlo, mientras que otros los arrancaban de las vallas publicitarias durante la noche.
Fascinada con el cartel, Sarah Bernhardt no dudó en ofrecer a Mucha un contrato de seis años para la creación de escenografías, vestuario y carteles. Al mismo tiempo, el artista también firmó un contrato en exclusiva con el impresor Champenois para la realización de carteles comerciales y decorativos.
Lorenzaccio
En la obra Lorenzaccio de Alfred de Musset, Sarah Bernhardt interpretaba al protagonista masculino, Lorenzo (o Lorenzino) de’ Medici, en el momento del sitio de Florencia por parte del tirano Duke Alexander, que se representa simbólicamente como un dragon que amenaza el escudo de armas florentino. Lorenzo es testigo del asesinato de Alejandro, que se representa en la parte inferior del póster.
Gismonda (1894-5)
© Mucha Museum
Lorenzaccio (1896)
© Mucha Museum
Medea (1898)
© Mucha Museum
Hamlet (1899)
© Mucha Museum
Medea
El dramaturgo Catulle Mendes adaptó especialmente el texto clásico de Euripides para Sarah Bernhardt. representando al héroe griego Jasón que, hasta el momento había sido percibido como un ideal mitológico intocable, como el despiadado embustero que había traicionado a todos los que le amaban para perseguir sus pasiones egoístas, lo que le daba a Medea una justificación psicológica por su terrible crimen. El cartel representa la esencia de la tragedia a través de una figura solitaria. El mosaico de fondo y la letra "Δ" del alfabeto griego sitúan la obra en la antigua Grecia. La mirada de Medea, llena de horror, está fija en la brillante daga que sujeta con su mano, manchada con la sangre de sus hijos, que están tumbados a sus pies. Es importante destacar aspectos de esta obra como los inusuales detalles de las manos y el brazalete en forma de serpiente que adorna el brazo de Medea. Mucha diseñó el brazalete mientras trabajaba en el cartel y a Sarah le gustó tanto que encargó al joyero George Fouquet que creara un brazalete con forma de serpiente y un anillo adornado con piedras preciosas para ponérselos mientras representaba la obra.
Hamlet
Sarah Bernhardt fue la encargada de dar vida al papel protagonista masculino en el Hamlet de Shakespeare, obra traducida al francés por Eugène Morand y Marcel Schwob. Detrás de la figura central de Hamlet, aparece en segundo plano el fantasma de su padre muerto acechando entre las murallas de Elsinore. Ofelia, que se había ahogado, aparece tumbada y decorada con flores en la sección inferior, junto a los pies de Hamlet. Hamlet fue el último cartel que Mucha diseñó para Sarah.
Sección 3. Anuncios
El trabajo comercial de Alfons Mucha fue fundamental para su fama, en especial, los carteles de productos y marcas durante la Belle Époque. Todo comenzó en 1894, con el cartel mencionado anteriormente de Gismonde para la actriz Sarah Bernhardt. A partir de él, empezaron a surgir encargos de grandes empresas como **Moët & Chandon**, **Job Cigarettes** y **Lefèvre-Utile Biscuits**. El cartel más impresionante de esta sección es un encargo que le hizo Nestlé: Homenaje de Nestlé (1897), que fue un regalo con motivo del sexagésimo aniversario del reinado de la Reina Victoria. Los carteles de Mucha representaban figuras femeninas, siempre elegantes y esbeltas, rodeadas de motivos florales y líneas al viento, elementos que personifican el estilo modernista. Con sus diseños, transformó los objetos de uso cotidiano en símbolos de belleza y lujo. No obstante, además de anuncios de productos, sus encargos comerciales también incluían carteles para eventos como la Exposición Universal de París de 1900, la exposición Brooklyn Exhibition 1920 o el cartel de Monaco-Monte Carlo, que invitaba a los habitantes de París a visitar la bahía. A través de la litografía, estas obras se reprodujeron a gran escala, combinando arte y publicidad y definiendo el rumbo del marketing moderno.
Zodiac
Uno de los diseños más famosos de Mucha, Zodiac, se creó originalmente para Champenoise como calendario interno en 1897. Sin embargo, al editor de la revista "La Plume" le fascinó tanto que compró los derechos para distribuirlo como calendario para la revista durante el mismo año. Hay al menos nueve versiones de Zodiac, incluida esta, que se imprimió sin ningún texto que la acompañara para que sirviera como panel decorativo.
Zodiac (1896)
© Mucha Museum
Moët & Chandon
Para Moët & Chandon, Mucha creó ina serie de diseños que se usaron en menús, postales y otros materiales publicitarios. Dos de estos encargos fueron carteles: uno de ellos se diseñó para anunciar White Champagne y el otro se empleó para promocionar su vino Dry Impérial.
Moët & Chandon (1899)
© Mucha Museum
Monaco Monte-Carlo
Aquí Mucha creó un diseño con muchos matices. En el cartel se puede ver a una timida muchacha arrodillada y extasiada ante la serenidad de la bahía de Montecarlo, que se encuentra completamente rodeada por sinuosos tallos de lilas y hortensias, junto con algunos de los flores mas delicados que Mucha haya pintado jamás. Como el cliente era una compañía ferroviaria (Chemin de Fer P.L.M.), es bastante probable que su intención fuera simbolizar las vías y las ruedas de tren que llevan a los ciudadanos a Montecarlo.
Monaco Monte-Carlo (1897)
© Mucha Museum
Sección 4. Carteles checos
Tras regresar a su país natal en 1910, Alfons Mucha retomó su profundo deseo de dirigirse, a través de su arte, a sus semejantes y expresar sus necesidades e ideales, de una manera sistemática y con determinación. Poco a poco, empezó a crear un nuevo grupo de carteles, que se diferenciaban en gran medida de los parisinos. En cuanto al tema, predominan los motivos folclóricos que había comenzado a explorar recientemente, con un énfasis en la riqueza cromática de los trajes tradicionales moravos y en la delicada belleza eslava, representada aquí por el Coro de maestros moravos (1911). Mientras aún se encontraba en EE. UU. recibió un contrato para el Banco de la mutua de seguros Slavia (1907) de Praga. También hay un cartel de su obra más monumental, La epopeya eslava (1928), que es como un recorte de una pieza de El juramento de Omladina bajo el árbol eslavo de Linden. Concluimos esta sección con una recopilación lírica de motivos parisinos con Princesa Jacinta (1911).
Princesa Jacinta
El cartel de la princesa Jacinta promociona el ballet-pantomima de Ladislav Novák y Oskar Nedbal, cuya protagonista principal es Andula Sedláčková. El motivo de los jacintos es recurrente en todo el diseño, desde los bordados y las prendas y la espectacular bisutería de plata hasta el círculo simbólico que sostiene la princesa.
Princesa Jacinta (1911)
© Mucha Museum
Coro de maestros moravos
El Coro de maestros moravos es un conjunto coral cuyo repertorio varía desde música clásica a música popular y folk, incluidas algunas composiciones de Leoš Janáček. El coro realizó una gira por tierras checas, así como a través de Europa y los Estados Unidos. En el cartel se ve a una joven que lleva un traje típico de la ciudad de Kyjov, representada como una espectadora activa. Su figura tiene reminiscencias del panel decorativo de la Música, dentro del grupo del ciclo de Las cuatro artes.
Coro de maestros moravos (1911)
© Mucha Museum
Sección 5. Objetos de interés
En esta sección de la exposición se encuentran los trabajos de menor tamaño de Mucha. Alfons Mucha diseño varios sellos postales, billetes de banco y otros símbolos nacionales para la recién creada Checoslovaquia, tras la I Guerra Mundial. Mucha, que tenía un gran orgullo patrio, estaba profundamente comprometido con la identidad política y cultural de su país. Sus diseños de los sellos postales checoslovacos en 1918 fueron una contribución muy valiosa a la creación del nuevo estado independiente tras la caída del Imperio austrohúngaro. Los billetes, cuyo encargo recibió Mucha en 1919, captaban el tipico estilo ornamental del artista, con trazos redondeados y motivos representativos de la identidad nacional. Otros elementos que se exhiben aquí incluyen su Padre Nuestro ilustrado, así como cartas y postales personales.
Diseño de vitrales para la Catedral de San Vito en Praga (alrededor de 1900)
© Mucha Museum
Le Pater – página de título y cinco siguientes
Mucha pensaba que Le Pater (el Padre Nuestro) era una de sus mejores obras. Lo imprimió en París Henri Piazza, a quien Mucha dedicó el trabajo. La edición contaba con 510 copias numeradas (390 en francés y 120 en checo).
Esto es lo que Mucha escribió sobre Le Pater: "En ese momento vi mi camino desplegándose en otro lugar, más alto. Buscana una manera para irradiar luz a los confines más remotos. No tuve que buscar mucho. El Padre Nuestro. ¿Por qué no representar ese texto a través de imágenes?"
En Le Pater, Mucha dividió la oración en siete versos. Analiza cada verso en un grupo de tres páginas decorativas. En la primera página, Mucha presenta el verso en latín y en francés, en una composición decorativa de motivos geométricos y simbólicos. La segunda página representa el comentario del artista sobre el contexto del verso, decorando la letra inicial con un estilo inspirado en los manuscritos ilustrados medievales. La tercera página contiene la interpretación monocromática que hace Mucha del verso. Estas ilustraciones visionarias representan la lucha de un hombre mientras recorre el camino que hay entre la oscuridad y la luz.
Otčenáš (Le Pater) (1899)
© Mucha Museum